Erika & José

Nuestro primer encuentro con un toque de amistad, fue una salida al centro comercial (aunque ella no lo considera como una cita), en aquella ocasión solo fue una plática acompañada de un helado y una visita a tiendas, donde compró un llavero del Señor de los Anillos (su saga favorita).

Poco después, la cita en el corazón de la ciudad, en la emblemática Churrería El Moro, marcó el verdadero inicio. Esperando a entrar fue el primer abrazo, seguimos platicando y conociéndonos un poco más, entre risas nerviosas aquí nos dimos cuenta que teníamos mismo gusto en género musical y deportivo; conocer a una mujer que le guste el Fútbol Americano, eso es raro jajaja y más el saber que irónicamente terminaríamos siendo rivales en el campo de juego (Steelers contra Ravens y en el futbol soccer América vs Chivas), un contraste que solo probaba que el amor verdadero no conoce banderas.

El primer "Te Amo" no es una palabra fácil de decir, no es una frase que se entregue a la ligera. Pero cuando la persona correcta está ante ti, el sentimiento fluye de manera natural, esto fue lo que ocurrió, fue después un par de salidas y después de darnos un beso cuando dije "TE AMO", algo que ella no esperaba escuchar en tan poco tiempo.

Así fue contigo, mi amor. No necesité de largos meses ni de complejas ecuaciones pues el amor auténtico no se mide por el tiempo.

Ella siempre deseaba y bromeaba de manera nerviosa que el regalo de Navidad fuese su anillo de compromiso, este año ella no lo esperaba, ya que para distraerla primeramente le regalé un perfume.

Fue con la ayuda de mi hermana Isabel, que logramos mandar a hacer una playera con la propuesta de matrimonio, misma que portó Ari (nuestra hija mayor). Cuando nadie se lo esperaba y mientras nuestras familias disfrutaban la reunión, le dije que Ari quería mostrarle algo y que para ello necesitaba quitarle el suéter que tenía puesto en ese momento, todos vieron que decía: "¿Mami Erika te quieres casar con mi papá?" Con una foto de nosotros dándonos un tierno beso.

En ese momento, no solo te propuse matrimonio; te propuse una vida entera de amor incondicional.